UNA ANECDOTA DIVERTIDA

"Mi hijo adolescente y yo defendimos mal una mano en un duplicado, y estábamos discutiendo eso, cuando llegamos a la siguiente mesa. Yo sentía que la mala defensa era mi culpa. Mi hijo insistía que la culpa era de él.
Cuando llegamos a la nueva mesa, uno de nuestros oponentes comentó: " Esto es algo que no se ve muy frecuentemente- compañeros culpándose a si mismos por un mal resultado."
Yo dije, "Este es mi hijo, y él siempre tiene que estar en desacuerdo conmigo con cualquier cosa que yo diga."
Mi hijo dijo, " No, yo no.""