Una anécdota ejemplar

Alvin Roth fue un gran jugador de bridge, y un ejemplo de ética.

Jugando una partida por dinero, la contra estaba jugando 7 Sin Triunfo. En un final de 3 cartas, el declarante tiene que acertar una Q, con las tenencias Axx en el muerto, y KJ10 en su mano. Decide jugar el J de su mano, y el compañero de Roth piensa unos instantes y luego juega chico. El declarante, engañado por la pensada, juega chico del muerto. Roth juega chico también, permitiendo que la mano se cumpla.

El compañero de Roth lo increpó por no haber hecho la baza, a lo que Roth respondió: "Pensaste tanto que creí que la Q la tenías vos".